Conoce el Palauet de Noia y sus impresionantes mosaicos
¿Te gustan los suelos de cerámica? ¿Alguna vez te has quedado embobado mirando los suelos mosaicos de algunos edificios del siglo XIX y XX? Si es así, no te puedes perder la visita al Palauet de Noia.
Historia del Palauet de Noia
El Palauet de Noia es un edificio patrimonial situado a las afueras del pueblo valenciano Meliana. Aunque, actualmente es propiedad del Ayuntamiento de Meliana, este edificio ha pasado por varios propietarios y tiene una larga historia.
A finales del siglo XVII, en un terreno cerca del municipio de l’Horta Nord se levanta una alquería. Un edificio de dos plantas, con una torre adosada propiedad de la orden dominica. Unos años más tarde, en 1844, se vende a una familia de la alta burguesía valenciana a causa de su desamortización.
La familia Sagrera convierte esta alquería en una casa de campo. En 1860, el esposo de Juana Sagrera Guix – Miguel de Noia – buscaba unos terrenos en los que poder llevar a cabo su proyecto empresarial: una empresa de mosaicos de cerámica.
Este periodo, será el más significativo y recordado del edificio; de hecho, aunque algunas personas se refieren a este como Villa Yvonne, el nombre más comúnmente utilizado es el de Palauet de Noia.
La alquería y los terrenos de alrededor se utilizarán para llevar a cabo el proyecto de Miguel de Noia: se levantan unas naves y se mantiene la alquería como parte del conjunto fabril, a modo de showroom.
En 1917, los hijos de Miguel de Noia venden las instalaciones a una empresa suiza, Gardy S.A. Es entonces cuando el Palauet se convierte en la residencia del propietario de la empresa. Su hija, Yvonne Volozan, lo sigue ocupando hasta los años 80, cuando el edificio queda deshabitado y comienza su deterioro.
El Palauet de Noia: el showroom de la empresa.
Como ya hemos mencionado antes, pese a su larga historia, la época apogeo del Palauet de Noia fue durante el periodo en el que formó parte del conjunto de edificios de la empresa Noia.
Esta empresa estaba especializada en mosaico valenciano, que se popularizó en Valencia a finales del XIX. Unas baldosas decorativas con diferentes colores y morfologías. Aunque, en la gran mayoría de las ocasiones estas baldosas se utilizaban a modo de pavimento, también servían como ornamentación en paredes, barandillas, etc.
Por otra parte, esta empresa, tuvo una gran expansión comercial y debe parte de su éxito al propio Palauet. Esto es porque edificio se utilizó a modo de showrrom. Esta brillante estrategia comercial permitía mostrar a los potenciales clientes el resultado final del producto que podían comprar, su versatilidad y su belleza.
Por tanto, cuando los potenciales clientes acudían a las instalaciones, primero, hacían una visita por la fábrica para poder admirar su complejidad y modernidad. Más tarde, acudían al Palauet de Noia: un espacio más distendido, íntimo y elegante en el que poder charlar a la vez que contemplar todas las posibilidades del producto.
Además, parte de la versatilidad del producto se plasmaba en esta visita pues utilizaban este mosaico para ornamentar desde suelos, a cúpulas, pasando por zócalos y paredes. Cada mosaico distinto del anterior. Sin embargo, hay un mosaico que destaca por su singularidad y es el que se encuentra en una de las fachadas. En este se dibuja el rostro de Miguel de Noia y pretendía simbolizar que Miguel estaba vigilando a sus trabajadores siempre.
La actualidad
Actualmente, el edificio es propiedad del ayuntamiento de Meliana y después de su rehabilitación, ya es visitable. Este inmueble puede visitarse de manera gratuita los sábados y domingos haciendo una reserva previa a través de la App del Ayuntamiento de Valencia. Además de poder visar el edificio en sí con toda su ornamentación, actualmente alberga dos exposiciones con material fotográfico y audiovisual del proceso de restauración y del contexto del Palauet de Noia.
Por eso, no puedes perder la oportunidad de visitar este bello lugar. El Palauet de Noia es uno de los edificios patrimoniales más importantes del municipio y de la comarca.
